[…]«Personalmente, creo que hay algunas condicionantes que hacen inviables o ineficaces hasta ahora una salida. Restringir las escuelas de periodismo, aunque tendría un impacto inmediato, devolvería al ejercicio a muchos periodistas que trabajan como profesores; la generación forzada de medios informativos no garantiza la idoneidad y estabilidad de los mismos; dirimir taxativamente sobre el ejercicio ilegal de la profesión se ha vuelto más complejo producto del surgimiento de llamado periodismo ciudadano, pero lo más espinoso de todo es que esas propuestas atacan dos dogmas del actual sistema económico neoliberal: la libertad de empresa y el papel (sólo) subsidiario del Estado». [….]
Vía | Notas al margen