La «curación» de contenidos se ha convertido en uno de esos lugares comunes de la modernidad vigente en la Red. Es importante poner esta labor, necesaria y muy cercana a la labor «tradicional» del periodista profesional en su esencia, en el contexto de la Internet que conocemos y en la que nos desempeñamos como periodistas ciudadanos.
El concepto anglosajón del ‘Content Curation‘ en lo que a Internet se refiere sirve para hacer referencia a la tarea constante que, implícita o explícitamente, realizamos todos los usuarios de la Red al recomendar o compartir contenidos propios o ajenos que encontramos en nuestro diario navegar. El resultado de esa acción, individual y masiva, es el «destilado» de una especie de «web ya navegada», filtrada con el criterio de cada individuo y puesta de nuevo a disposición del resto de la sociedad para un proceso de filtraje recurrente e inacabable.
En el Online Journalism Blog nos ofrecían hace poco una recopilación de consejos, técnicas y herramientas para realizar una labor de «curación» más eficaz desde el punto de vista del informador, del periodista ciudadano o profesional. Resumimos aquí su contenido recomendando a todo lector interesado la visita del artículo original.
La aproximación del artículo asocia la curación de contenidos a la propia labor periodística; y habla de al menos tres tipos de curación: 1) la que se realiza a nivel de plataforma y que va destinada a la distribución o re-publicación de contenidos (p.ej. Los RT de contenido destacada que todos hacemos en Twitter) ; 2) la que va destinada a la agregación o combinación de contenidos (p.ej. los agregadores propiamente dichos o los repasos de noticias semanales de algunos medios o blogs); y 3) la que va destinada específicamente al filtraje de contenidos para la generación de esos «destilados» de referencia (p.ej. las listas de BuzzFeed).
Para cada uno de esos tipos de curación, el periodista puede añadir valor -ya sea a nivel de artículo o de publicación-, mediante la ilustración, la contextualización de la información, su verificación o su seguimiento.
Herramientas y técnicas hay muchas. Algunas de las más básicas son:
- Listas de Twitter, p.ej. Telegraph’s Top 50 fashionistas on Twitter, The Guardian’s 30 most influential sustainability voices in the US, Sports Illustrated’s Twitter 100.
- Blogrolls y Feeds RSS compartidos, que se pueden generar en cualquier plataforma de publicación web, p.ej. Tumblr, WordPress, etc. o Newslists, p.ej. The Guardian.
- Listas de reproducción de audio y vídeo, en Youtube con servicios como CueYouTube, en Spotify, SoundCloud, Audioboo, Last.fm, SharedPlaylists. p.ej. The 20 online talks that could change your life (The Guardian).
- Imágenes. La fotografía es uno de los ámbitos en que encontramos más servicios y herramientas para seleccionar y agregar contenido. Desde el conocido Flickr, que ya permita haces colecciones y agrupaciones de distinto tipo, hasta redes de más reciente aparición como Pinterest, que de hecho nace para organizar contenido visual, pasando por la popularísima Instagram, que también cuenta con servicios de terceros como Ink361. Algunos ejemplos relevantes son The Guardian’s Datablog Flickr group y Martha Stewart Living’s Pinterest.
- Medios múltiples. También es muy habitual colocar el contenido filtrado o agregado en formatos especiales, como los mapas o las líneas temporales. Ejemplos de herramientas y su aplicación son Dipity o Meograph. Flipboard es un caso similar que permite la creación de tu propia revista, con resultados muy vistosos.
- Plataforma. Es el caso de Tumblr, Storify o la propia Twitter.
Imagen | «Too Much Information», de Martino Sabia, bajo licencia Creative Commons (CC BY-NC-ND 2.0)